Un antiguo enterratorio anexo a la Iglesia de San Telmo (Buenos Aires)

En el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires (Bolívar 466) existe un documento de 1886 referido a un aparente enterratorio próximo a la Iglesia de San Telmo y la plaza Dorrego.

Recordemos que hasta 1822, los fallecidos en la ciudad eran inhumados junto a las iglesias, o incluso dentro de ellas. Luego de esa fecha se funda el cementerio público (de la Recoleta) y se prohíbe inhumar en los templos.

Volviendo al caso de San Telmo, el 14 de mayo de 1886, el Inspector General D. Landolfo Dávila dirigió una nota al Intendente, Torcuato de Alvear, exponiendo que En el desmonte de la calle San Juan entre Balcarce y Colón que practica una cuadrilla municipal para dar el ancho que debe tener la calle, se ha descubierto una gran cantidad de huesos humanos que ofrecen al público un aspecto desagradable, y solicitando su traslado a algún cementerio público. Lo anterior fue autorizado por Alvear, disponiendo que el Inspector Dávila gestionara el traslado hacia el Cementerio de la Chacarita.

Antiguo edificio del Patronato de la Infancia, situado en la vereda opuesta al actual.

La medida, a pedido de Dávila, la efectivizó Don Samuel Almeida, inspector de la sección 14^ta de la Ciudad, quien el 21 de mayo informaba: Han sido conducidos, los huesos humanos en un cajón, que mide dos metros de largo, por uno de ancho y uno de altura, siguen apareciendo más en el desmonte de la barranca de la calle Sⁿ Juan, existiendo al parecer sepultados gran cantidad en el centro del terreno, los que serán reunidos para ser conducidos al Cementerio de la Chacarita. El 26 de mayo el Inspector General Dávila pidió el archivo del expediente, por entender resuelto el asunto, asentando que los restos que apareciesen serían conducidos también a la Chacarita, disponiendo Alvear el archivo de lo actuado el 29 de mayo de 1886.

En la iglesia y convento betlemita de San Telmo se inhumaban fieles hasta la apertura de cementerio público. Casualmente pidió ser sepultado en dicho convento Don Benito González de Ribadavia, padre del mandatario que prohibiría la práctica. Probablemente las osamentas descubiertas en la manzana contigua a la iglesia correspondiesen a enterramientos de ella. Se plantean con la cuestión dos temas interesantes: cómo el cementerio de Chacarita, a pesar de no ser tan antiguo, guardaría los despojos de porteños varias generaciones anteriores, llevados como los de San Telmo a él; y si los pupilos del acogedor Patronato de la Infancia (sito en San Juan entre Balcarce y Paseo Colón) habrán sabido que dormían sobre un cementerio.

 

Fuentes:

Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires (legajo 101/año 1886)

Gran Guía de la Ciudad de Buenos Aires. Ed. Hugo Kunz, 1885.